domingo, 25 de octubre de 2009

Especial Haloween 1: El Monte de las Vipadas

31 de Octubre de 2008

Carmellina Isplota Misplo y Vitorino della Constanza estaban tranquilamente recogiendo en Il Gratisso. Ya habían cerrado, tas el especial de Halloween de "El Quirófano" que interpretó en directo Alberto Gino.

Salieron, echaron el cierre, y juntos fueron cruzando el parque que separaba Il Gratisso de la facultad, donde residían en el colegio mayor. Vitorino apremió a Carmellina:

-Vamos, zorraputa, que no se nos haga de noche en este parque maldito.

-¿De qué vas Vitorino? ¿Cuántas veces hemos cruzado este parque de noche y nada nos ha pasado?

-Muchas, miles quizá, pero hoy es la Noche de Todos los Santos y...

-¿Y? Si, iremos a casa de Maddison Brenda Brandon Kelly Dona Stacey Square Garden y nos pondremos pedal.

-Bueno, si, aparte. Pero cuenta la leyenda que esta noche, en el monte que hay en este parque, se despiertan miles de ánimas de todo tipo. Hace cientos de años se libró aquí una batalla que...

-¡Eh! ¡Eh! ¿Qué invento es esto? Me niego a aprender historia. ¡Me niego! Vitoorino, claramente te afecta la falta de alcohol. Estoy de acuerdo: vamos rápido y así llegaremos cuanto antes a la fiesta.

-¡All the single ladies!- dijo Vitorino, y se puso a bailar olvidando todo lo sucedido.

Una vez en la fiesta todo transcurrió con normalidad: Vippaseos, picos, juegos del hielo, lugares lejanos, aventuras, hechizos mágicos, un príncipe disfrazado... Carmellina y Vitorino no paraban de bailar Single Ladies, sonará o no. De pronto Carmellina puso cara de susto.

-¿Que ocurre?- preguntó Vitorino

-Vitorino, me vas a matar, pero creo que he perdido a mono.

NOTA: mono era el peluche preferido de Vitorino. Lo trataba como a un ser humano (otra vez)

-¡Noooooo!- gritó Vitorino- ¿Y donde lo has perdido?

-Pues en el parque... ¡de al ladod e la facultad!

Vitorino se puso serio, fue un momento al water, hizo caca, y al volver dijo:

-Tranquila, lo encontraré- y se marchó cabizbajo.

A las 5:00 de la mañana Carmellina huyó para su cuarto en la residencia, el que compartía con Vitorino. Seguramente lo encontraría allí, tumbado en la cama, abrazado a mono. Pero cuando llegó nadie había, así que se durmió.

Al rato despertó. Pero aún no estaba Vitorino. Una ráfaga de viento gélido atravesó la habitación. Carmellina podía oir perfectamente los crujidos del suelo. Y si: se hacía caquitas.

-Tanquila, Carmellina, nada pasa, es todo sugestión.

La ventana temblaba con el aire. Podía oir hasta el sonido del reloj de pared. Y agudizó su oido hasta que creyó oir las suaves pisadas de unos pies descalzos al otro lado de la puerta.

-¿quién anda ahí? ¿Vitorino, eres tú?

Pero nadie respondió.

Entonces, cuando ya no sabía si se estaba volviendo loca, sintió como si la puerta empezara a abrirse, muy lentamente. Y los pasos se volvieron más claros. O eso creía. Y se acercaban lentamente a la cama. Envuelta entre sábana y mantas, notó como su corazón latía y latía, hasta que de puro miedo se desmayó.

Cuando despertó ya era muy de mañana. Salió de entre sábanas y mantas, abrió la ventana, y respiró el aire y oyó los sonidos de la calle. La noche había pasado.

Pero cuando se dió la vuelta, quedó congelada: encima de la mesa camilla estaba, nada más y nada menos que mono.

Cuando sus compañeros acudieron a avisarla de que Vitorino había sido hayado muerto, en el parque, despeñado probablemente mientras bailoteaba en la oscuridad, la encontraron agarrada a una botella, la mirada perdida, los labios secos, la cara pálida, muerta, muerta de horror.

Un miembro del grupo de teatro de la facultad que se perdió por el parque una Noche de Todos los Santos, contó, agonizante, cuando le encontraron, que vió el fantasma de una chica atormentada, gritando el nombre de Vitorino, mientras era perseguida por los espectros de tres muchachas solteras vestidas con un bañador negro.

martes, 20 de octubre de 2009

Capítulo 3, cuarta temporada: frente de liberación carpetil

Érase una vez en una ciudad lejana una joven muchacha que estudiaba en una facultad de veterinaria. A pesar de tener todo lo que podía desear la muchacha era egoista, déspota y consentida. Pero un día de primavera llegó a la facultad una sangriada. Y le ofreció un simple mini de sangría a cambio de que disfrutara de la vida. Descontrolada por el efecto del alcohol la muchacha continuó bebiendo sin fin y decidió subir un montículo. Sus amigas le intentaron avisar de que no se dejara llevar por las apariencias porque el veraddero chuzo llega cuando menos te lo esperas. Y cuando volvió a beber su cerebelo seconvirtió en un órgano inútil, dando paso a una ataxia total. La muchacha trató de mantener el equilibrio, pero ya era demasiado tarde, pues en su hígado solo había alcohol. Y como resultado se tambaleó y cayó encima de los minis, convirtiéndose en tetitas húmedas y transformando en carpeteras a todas sus amigas. Avergonzada por su situación, fingió que nada había ocurrido, y juntas convirtieron su ira en fanatismo hacia la Dra di Forbole y forraron sus carpertas con fotos suyas. La Dra di Forbole era en realidad una experta en sexo, que permanecería secuestrada hasta que alguien la encontrara. Si eran capaces de descubrir donde estaba cautiva la doctora antes de que se volviera casta volverían a ser populares, si no, permanecerían condenadas al anonimato húmedo para siempre. Al pasar los cuatrimestres tetitas húmedas comenzó a impacientarse y perdió toda esperanza pues ¿Quién iba a ser capaz de encontrar a la Dra. di Forbole?

lunes, 12 de octubre de 2009

Capítulo 2, cuarta temporada: de postín.

Una limusina hiperlarga llegó a la facultad de veterinaria. Nadie jamás había visto tanto lujo. Ante el revuelo de los estudiantes Maria Ángela Matachaning decidió salir a ver que ocurría. Al ver la limusina, los ojos le hicieron chiribitas: ¿podía haber alguien más rico que ella? Así que decidió acercarse al lugar.

Se abrió la puerta, y de la puerta salió una pierna, con un pie con un zapato de tacón que tenía pinta de ser caro. Y a esa pierna, a ese pie y a ese zapato le siguió una mujer toda ella vestida con ropa cara y con unas gafas de sol gigantescas en las que toda la facultad se reflejaba. A esa mujer le siguió otra con miles de notas entre sus manos y una calculadora.

Angela María se acercó, y solo le dio tiempo a decir: ¿con quien tengo el placer...? Cuando la mujer se puso a hablar, sin apenas reparar en ella.

-Soy la nueva profesora de fisiología aviar. Vengo a sustituir a la Dra. di Forbole.

-¿Pero quién es usted?- preguntó, incrédula, Maria Ángela

-Soy la Dra. di Forbole. Henaria Felipa di Forbole.

Maria Ángela no recordaba siquiera haberla contratado. Lo cierto es que llevaba un tiempo buscando una sustituta que diera la talla. Quien sabe si entre tantos papeles no habría firmado alguno sin reparar en lo que hacía.

-Y usted... ¿es doctora?- acostumbrada a la otra Dra. di Forbole no daba crédito a que esta fuera del mismo gremio.

-Que no le engañe mi atuendo- contestó Henaria Felipa- pues no hay mayor verdad, la belleza está en el interior. Esta de aquí es mi ayudante, Tessa Matti. Por favor, si fuera tan amable de guiarnos a mi despacho...

Maria Ángela se había quedado de piedra, pero mejor reiría el último. Cuando viera el cuchitril de la Dra. di Forbole, lleno de frascos de pollos, esa lo iba a flipar.

Sin embargo, cuando abrieron la puerta de ese cuartazo, Henaria Filipa pareció no inmutarse. Era una mujer estoica (aunque nadie sabía muy bien lo que era eso) Simplemente dijo:

-Tendré que hacer unas reformillas.

Y muy misteriosa le cerró la puerta en las narices a Maria Ángela.

- Así que aquí es donde trabajaba mi hermana- dijo pensativa- Bueno Tessa, tenemos trabajo que hacer. Aquí puede haber pistas sobre su secuestro. Reunelas todas, mételas en una bolsa de basura y tira el resto. Voy a darle un lavado de cara a todo esto. Y voy a encontrar a esa fresca.

Capítulo 21, Tercera Temporada: Ai de chan dou

Era de noche en Tulancia. Llegaba el buen tiempo y el cielo estaba claro y estrellado. Por esas fechas, cuando la Dra. di Forbole acababa de hacer el recuento de embriones de pollo de los jueves, le gustaba salir, tumbarse en el cesped de las facultad y mirar las estrellas sin más. A veces tenía momentos de ese tipo, de desconexión, en los que ni siquiera pensaba en el sexo (aunque luego lo negara), y entonces comenzaba a pensar en todos los misterios, y también soñaba que se iba al pais de nunca jamás...

Esa noche un chino bastante extraño, que se hací llamar Feng Sui y que trabajaba en la casa de Manuelo Parisio, había quedado con ella para venderle la fórmula magistral de un misterioso cocktail azul, secreto de sus antepasados, que podía hacer vomitar a todo aquel que lo probara. La Dra. di Forbole no podía esperar ese momento.

Por otro lado Maddalena Eufrasia se encontraba recogiendo el Aula de Habilidades, donde solía quedarse hasta tarde practicando su misterioso experimento con grillos de Nigeria. Cuando los grillos se emocionaban demasiado, tanto que la Dra. di Fórbole se sentía en pleno verano en plena hierba, Maddalena Eufrasia tenía que decirles:

-Calma grillos, recordad que estamo bajo advertencia del capitan Prince.

No sabía lo que significaba, pero acto seguido los grillos se calmaban, así que lo usaba descontroladamente.

Harta de tanto grillo salió a pasear en la noche, y tropezó de pronto con alguien, que derramó un líquido azul sobre ella al chocarse. Trató de sacudirse el vestido, y por eso no se dió cuenta hasta el final de que el que había derramado el líquido sobre ella era uno de los protagonistas de su peor pesadilla, uno de esos que la raptaba y la obligaba a tocar la flauta de por vida: un chino. Sin embargo, no sintió miedo, y eso la extrañó.

Por otro lado, Feng Sui se sintió supersorprendido: normalmente su misterioso cocktail hacía reaccionar a la gente al entrar simplemente en contacto con la piel, y a Magdalena Eufrasia ni siquiera le hizo suspirar. Por fin había encontrado a la chica ideal.

Se miraron con ojitos durante unos instantes, bajo la sestrellas, y después se fundieron en un casto beso, el beso del palmero, y tuvieron una conversación sobre pecado que nadie entendía, y aprovecharon la conversación para darse miles de besos más.

La Dra. di Forbole, experta en relaciones, la verdadera cupido del lugar, lo había planeado todo para que se encontraran. Esa noche dormiría tranquila... a ser posible en una cama de un metro de altura.

jueves, 8 de octubre de 2009

Capítulo 1 Cuarta Temporada: a través del espejo

Rodolfo Maher se encontraba en su casa del Column Neigborhood en Tulancia viendo su programa favorito, la telenovela Love Thrill, la clásica serie llena de tópicos sobre adolescentes, venganzas, gente en coma y hermanos secretos. En realidad siempre negaría que le gustara Love Thrill, no permitiría que sus amigos se enteraran de que veía una telenovela.

Justo en el momento en que Beyonce estaba a punto de liarse con Ashton Kutcher en su laboratorio llamaron a la puerta, y Rodolfo Maher tuvo que levantarse con muca rabia porque ese era un momento bastante crucial de la serie. Cuando abrió la puerta apenas podía dar crédito a sus ojos: delante de él estaba la mismísima Elisa Antonia. El shock fue tal que no sabemos si por la tensión acumulada o en homenaje a la susodicha, Rodolfo Maher se desmayó.

Despertó a las horas, en su cama, y lo primero que vió al abrir los ojos fue de nuevo la cara de Elisa Antonia frente a él. Seguramente al fin le había vencido la locura, estaba empezando a ver muertos.

-A mi también me pasa a menudo, lo de desmayarme- dijo la muchacha- creo que viene de familia

-¡Elisa Antonia!- exclamó Rodolfo Maher- ¡Varios médicos forenses acreditaron que estabas muerta, yo mismo vi como quemaban tu cuerpo con otra serie de testigos preenciales y un notario, y como incineraban cualquier muestra posible de ADN con la que te pudieran clonar! Eres claramente una alucinación hipnopómpica.

-No soy Elisa Antonia, soy Eloisa Tania, su hermana secreta. Yo pensaba que era huérfana, y durante toda mi vida me he dedicado a viajar por el mundo ayudando a los necesitados. Hace 6 meses me encontraba en el Amazonas, vacunando tribus aborígenes, cuando me llegó una carta misteriosa de una mujer que decía ser mi madre y hablaba de una tal Elisa Antonia. Cuando busqué el nombre en internet encontré los artículos del Tulancia Times que hablaban sobre el día que murió mi hermana, así que decidí ponerme en camino hacia Tulancia para desentrañar todo este misterio y conocer mis orígenes. Nunca pensé que tardaría tanto en llegar, pero mi GPS no ha parado de recalcular rutas desde que salí de la amazonia.

-Ya me encuentro bastante más recuperado- dijo Rodolfo Maher- ¿qué te parece si seguimos hablando de esto mientras tomamos algo?

Acudieron al restaurante Il Gratisso, donde se encontraba como siempre Alberto Gino, canturreando, Carmelina Explota Misplo y una nueva empleada contratada desde la desaparición de Vitorino della Constanza, Elena Augusta de la Planicie.

Elena era la hermana de Jackipieto Juludrini. Ambos habían pasado un año en un programa de protección de testigos en Madagascar tras dar pistas clave en la investigación del detective Villarino que incriminaban a Oscario Luis Alfredo. Ahora que Oscario estaba en la cárcel los hermanos habían podido volver a Tulancia tranquilos.

-Aquí las cosas han cambiado mucho desde que murió tu hermana- dijo Rodolfo Maher mientras comía comida china que se había traido de un restaurante cercano. El 52% de los derechos sobre Universidad de Tulancia fue adquirido por la terrateniente Maria Angela Matachaning, que decidió poner fin a la oleada de crímenes y convertir la facultad de medicina en un lugar de élite para gente pija. Poco conseguimos superar la sitación a base de vestirnos con ropa de marca y alargar las eses en nuestras palabras. Fue muy duro, pero lo cierto es que desde entonces no ha habido ningún altercado. Aún así echo de menos aquellos momentos en los que junto con tu hermana nos dedicábamos a tratar de buscar la solución a miles de crímenes sin resolver. Ahora, con el estricto control de la directora Matachaning sería imposible realizar pesquisas.

-Quizá sería más divertido si cabe-dijo Eloisa Tania- y yo tengo un nuevo misterio- y sacó el colgante que había recibido en la carta hacía 6 meses y enseñó el mensaje que contenía a Rodolfo Maher, desvelando así el único secreto que Elisa Antonia le había guardado al que fuera su amor platónico.