lunes, 12 de octubre de 2009

Capítulo 2, cuarta temporada: de postín.

Una limusina hiperlarga llegó a la facultad de veterinaria. Nadie jamás había visto tanto lujo. Ante el revuelo de los estudiantes Maria Ángela Matachaning decidió salir a ver que ocurría. Al ver la limusina, los ojos le hicieron chiribitas: ¿podía haber alguien más rico que ella? Así que decidió acercarse al lugar.

Se abrió la puerta, y de la puerta salió una pierna, con un pie con un zapato de tacón que tenía pinta de ser caro. Y a esa pierna, a ese pie y a ese zapato le siguió una mujer toda ella vestida con ropa cara y con unas gafas de sol gigantescas en las que toda la facultad se reflejaba. A esa mujer le siguió otra con miles de notas entre sus manos y una calculadora.

Angela María se acercó, y solo le dio tiempo a decir: ¿con quien tengo el placer...? Cuando la mujer se puso a hablar, sin apenas reparar en ella.

-Soy la nueva profesora de fisiología aviar. Vengo a sustituir a la Dra. di Forbole.

-¿Pero quién es usted?- preguntó, incrédula, Maria Ángela

-Soy la Dra. di Forbole. Henaria Felipa di Forbole.

Maria Ángela no recordaba siquiera haberla contratado. Lo cierto es que llevaba un tiempo buscando una sustituta que diera la talla. Quien sabe si entre tantos papeles no habría firmado alguno sin reparar en lo que hacía.

-Y usted... ¿es doctora?- acostumbrada a la otra Dra. di Forbole no daba crédito a que esta fuera del mismo gremio.

-Que no le engañe mi atuendo- contestó Henaria Felipa- pues no hay mayor verdad, la belleza está en el interior. Esta de aquí es mi ayudante, Tessa Matti. Por favor, si fuera tan amable de guiarnos a mi despacho...

Maria Ángela se había quedado de piedra, pero mejor reiría el último. Cuando viera el cuchitril de la Dra. di Forbole, lleno de frascos de pollos, esa lo iba a flipar.

Sin embargo, cuando abrieron la puerta de ese cuartazo, Henaria Filipa pareció no inmutarse. Era una mujer estoica (aunque nadie sabía muy bien lo que era eso) Simplemente dijo:

-Tendré que hacer unas reformillas.

Y muy misteriosa le cerró la puerta en las narices a Maria Ángela.

- Así que aquí es donde trabajaba mi hermana- dijo pensativa- Bueno Tessa, tenemos trabajo que hacer. Aquí puede haber pistas sobre su secuestro. Reunelas todas, mételas en una bolsa de basura y tira el resto. Voy a darle un lavado de cara a todo esto. Y voy a encontrar a esa fresca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario