jueves, 8 de octubre de 2009

Capítulo 1 Cuarta Temporada: a través del espejo

Rodolfo Maher se encontraba en su casa del Column Neigborhood en Tulancia viendo su programa favorito, la telenovela Love Thrill, la clásica serie llena de tópicos sobre adolescentes, venganzas, gente en coma y hermanos secretos. En realidad siempre negaría que le gustara Love Thrill, no permitiría que sus amigos se enteraran de que veía una telenovela.

Justo en el momento en que Beyonce estaba a punto de liarse con Ashton Kutcher en su laboratorio llamaron a la puerta, y Rodolfo Maher tuvo que levantarse con muca rabia porque ese era un momento bastante crucial de la serie. Cuando abrió la puerta apenas podía dar crédito a sus ojos: delante de él estaba la mismísima Elisa Antonia. El shock fue tal que no sabemos si por la tensión acumulada o en homenaje a la susodicha, Rodolfo Maher se desmayó.

Despertó a las horas, en su cama, y lo primero que vió al abrir los ojos fue de nuevo la cara de Elisa Antonia frente a él. Seguramente al fin le había vencido la locura, estaba empezando a ver muertos.

-A mi también me pasa a menudo, lo de desmayarme- dijo la muchacha- creo que viene de familia

-¡Elisa Antonia!- exclamó Rodolfo Maher- ¡Varios médicos forenses acreditaron que estabas muerta, yo mismo vi como quemaban tu cuerpo con otra serie de testigos preenciales y un notario, y como incineraban cualquier muestra posible de ADN con la que te pudieran clonar! Eres claramente una alucinación hipnopómpica.

-No soy Elisa Antonia, soy Eloisa Tania, su hermana secreta. Yo pensaba que era huérfana, y durante toda mi vida me he dedicado a viajar por el mundo ayudando a los necesitados. Hace 6 meses me encontraba en el Amazonas, vacunando tribus aborígenes, cuando me llegó una carta misteriosa de una mujer que decía ser mi madre y hablaba de una tal Elisa Antonia. Cuando busqué el nombre en internet encontré los artículos del Tulancia Times que hablaban sobre el día que murió mi hermana, así que decidí ponerme en camino hacia Tulancia para desentrañar todo este misterio y conocer mis orígenes. Nunca pensé que tardaría tanto en llegar, pero mi GPS no ha parado de recalcular rutas desde que salí de la amazonia.

-Ya me encuentro bastante más recuperado- dijo Rodolfo Maher- ¿qué te parece si seguimos hablando de esto mientras tomamos algo?

Acudieron al restaurante Il Gratisso, donde se encontraba como siempre Alberto Gino, canturreando, Carmelina Explota Misplo y una nueva empleada contratada desde la desaparición de Vitorino della Constanza, Elena Augusta de la Planicie.

Elena era la hermana de Jackipieto Juludrini. Ambos habían pasado un año en un programa de protección de testigos en Madagascar tras dar pistas clave en la investigación del detective Villarino que incriminaban a Oscario Luis Alfredo. Ahora que Oscario estaba en la cárcel los hermanos habían podido volver a Tulancia tranquilos.

-Aquí las cosas han cambiado mucho desde que murió tu hermana- dijo Rodolfo Maher mientras comía comida china que se había traido de un restaurante cercano. El 52% de los derechos sobre Universidad de Tulancia fue adquirido por la terrateniente Maria Angela Matachaning, que decidió poner fin a la oleada de crímenes y convertir la facultad de medicina en un lugar de élite para gente pija. Poco conseguimos superar la sitación a base de vestirnos con ropa de marca y alargar las eses en nuestras palabras. Fue muy duro, pero lo cierto es que desde entonces no ha habido ningún altercado. Aún así echo de menos aquellos momentos en los que junto con tu hermana nos dedicábamos a tratar de buscar la solución a miles de crímenes sin resolver. Ahora, con el estricto control de la directora Matachaning sería imposible realizar pesquisas.

-Quizá sería más divertido si cabe-dijo Eloisa Tania- y yo tengo un nuevo misterio- y sacó el colgante que había recibido en la carta hacía 6 meses y enseñó el mensaje que contenía a Rodolfo Maher, desvelando así el único secreto que Elisa Antonia le había guardado al que fuera su amor platónico.

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