Cuando se despertó, no recordaba nada de la noche anterior, demasiadas cervezas, dijo al ver los cascos vacíos de Peroni sobre su mesilla.
- Qué coño- pensó Elisa Antonia- si yo ayer no salí de farra. Entonces se dió la vuelta y descubrió que esa no era su habitación, y que por supuesto, esa camiseta de Iron Maiden que cubría escasamente su cuerpo dejandole un tipo de lo más lamentable, ni era suya ni pegaba para nada con sus braguitas magenta. Estaba a punto de coger su ropa que se extendía por el suelo de forma un tanto sospechosa, cuando escuchó el ruido de la ducha. Abrió la puerta del cuarto de baño y advirtió sobre un taburete casero, los pantalones vaqueros con la hebilla de los Ángeles del Infierno y le vino a la cabeza lo que había sucedido la noche anterior, su pulso empezó a acelererarse y cuando estaba a punto de echar a correr, una mano le tocó la espalda y una voz le envolvió diciendo:
-Ma commo, ¿que haces levantada ahora? Debes descansar de tu litopimia- Maddalenna Eufrasia, como bien se puede observar, todavía no controlaba bien el italiano, pero hacía muchos esfuerzos por su amiga Elisa Antonia.
Ésta, tras proferir un grito que se escuchó en su adorada Gaernitia, volvió a quedarse muerta con lo que Maddalena Eufrasia y el misterioso desconocido tuvieron que volver a subirla en la cama, no sin dificultad, ya que el desconocido, que no era otro que Rodolfo Maher, estaba vestido tan sólo con una pequeña toalla que dejaba entrever el tatuaje de su zona púbica, lo que evidentemente distraía a Maddalena Eufrasia.
En ese momento entró sin llamar Zhenia Julieta di la Putanesca, una bella muchacha de familia noble, que al ver a Elisa Antonia en la cama proyectó:
-¿Qué es esto? Veneno,lo has bebido todo sin dejar una gota que me ayude a seguirte. He de besar tus labios, quizá quede algo de veneno en ellos.-la besa en los labios- Tus labios...aún están calientes.
Elisa Antonia se levanta sobresaltada, pero antes de que pregunte nada, Zhenia Julieta le dice:
-Lo siento, siempre que veo a alguien desmayado, tengo un Resorte que me obliga a hacer esto.
Se dió la vuelta, le hizo un chequeo visual completo a Rodolfo Maher que lo flipó en colores y se fue como había venido.
Se dió la vuelta, le hizo un chequeo visual completo a Rodolfo Maher que lo flipó en colores y se fue como había venido.
Cuando las 3 personas que permanecían en la habitación consiguieron cerrar la boca, volvió a aparecer Zhenia Julieta por la puerta y dijo:
Por cierto, si tú eres Rodolfo Maher -mirándole al paquete- Futilia Ester, la Dra. di Forbole, te espera en su despacho.
Y antes de que se diera cuenta Rodolfo Maher se vistió y salió de la habitación seguido de Maddalena Eufrasia, con lo que Elisa Antonia, que no sabía nada de lo que había pasado y seguía con dolor de cabeza decidió desmayarse de nuevo.
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