jueves, 29 de enero de 2009

Capítulo 13, Primera Temporada: Tren

Saskira Brunetti Grattissi Pardi del Soufolino huía despavorida en mitad de la noche. Una sombra la perseguía desde que entró en el hospital Porta di Ferro. Ahora se arrepentía de haber hecho caso del maquiavélico plan de Oscarino para introducir veneno en la copa de Adelina Gandolfa. Pero necesitaba el dinero.

Estaba a pocos metros de la estación de tren. Una vez dentro estaría salvada, pero todavía tenía que llegar. En su carrera tropezó. Su pie se había enganchado con una alcantarilla, y veía como su perseguidor se acercaba a gran velocidad. Trataba de sacar el pie pero le era imposible. Hasta que por fin lo consiguió.

Cojeando se acercó hasta la estación, entregó el billete al revisor y entró en el tren. No respiró tranquila hasta que no estuvo en su compartimento. Abrió la bolsita con las monedas de oro del siglo XIX que había ganado. Por fin estaba de nuevo de camino a su tierra natal, Esvasilandia, donde regresaría como una triunfadora.

La puerta del compartimento se abrió y Saskira Brunnetti escondió rápidamente la bolsita. Era la camarera. El tren ya estaba en marcha y pasaban a dar el clásico refresco o té. Saskira se repanchingó, a salvo, y comenzó a beberse su té. Al fin había logrado su sueño, era rica. El momento era perfecto salvo por un misterioso sabor salado en el té. Poco a poco Saskia Brunetti se fue quedando dormida, dormida para siempre, y la última imagen que pasó por la cabeza fue la de esa camarera del tren que le era algo familiar.

Mara Morgan, vestida con un atuendo de camarera antigua, pasó al compartimento de Saskira Brunnetti. Hurgó en uno de sus bolsillos y sacó la bolsita de monedas de oro. Guardo toda la bolsa en uno de sus bolsillos, salvo una de las monedas, que se metió en el escote.

-Ésta por el viaje- mencionó para si misma.

Y con una sonrisa un tanto dequiciada, se perdió por los pasillos del tren, abandonando el cuerpo sin vida e Saskina Brunnetti en su último viaje en tren.

jueves, 22 de enero de 2009

Capitulo 7 primera temporada: Bibliófilos.

Elisa Antonia entró en la biblioteca de la facultad de veterinaria de Tulancia como otro día cualquiera, pero en su interior todavía se removían los sucesos del día anterior y se había tomado los 18 comprimidos de escitalopram que su amigo Luiggi Accordioni Sexopenista, un antiguo compañero ya graduado que se dedicaba al estudio del comportamiento de las aves canoras, le había robado de la jaula de unas vacas locas que había en su laboratorio. Esas pastillas le hicieron tranquilizarse, e incluso cantar todo lo que iba haciendo, lo que le recordoó a Tracy, por lo que decidió vomitar las pastillas para no producirse a si misma ese extraño temor que se producía.

Como decíamos, Elisa Antonia entraba como siempre en la biblioteca de la facultad, aunque debido a lo antes expuesto presentaba un aimagen desoladora, con un calcetin de cada color, un jersey de cuello vuelto negro bajo un traje de chaqueta y algunos chorretones de vómito en las esquina de su boca. A pesar de todo eso, su entrada fue como una luz para uno de los estudiantes que estudiaba en la famosa biblio. Rodolfo Maher la esperaba en el sitio de siempre, guardándole el asiento en el que había puesto una bolsa de agua caliente para que su hermoso culo no pasara frio. A su lado se encontraba Saskira Brunetti Grattissi Pardi del Soufolino, una estudiante de intercambio de Esvasilandia que tenía un curioso hábito que consistía en mirar debajo de los coujins de los Soufas en busca de extraños objetos, lo que le hizo ser una gran amiga de Daniello Daniello desde el día que le encontró unos tornillous que había perdido.

Rodolfo Maher le apartó el asiento para que se sentase y no paraba de mirarla, mientras sus ojos y su sonrisa refulgian de tal manera que Shaskira Brunetti se tuvo que poner las gafas de sol que había encontrado en un soufa del decanato de alumnos.


A decir verdad no se puede decir que estudiaran mucho por la mañana, ya que Elisa Antonia no paraba de dar vueltas a lo ocurrido el día anterior, Rodlfo Maher no paraba de mirarla y Shaskia Brunetti no veía nada con las gafas de sol. Así que en vista de todo ello, decidieron ir a la cafetería de la facultad a ver si podían tomar algo que les hiciera olvidar sus penas...


Allí se encontraron con varios amigos. Shaskira Brunetti, tras hablar un poco con Adelina Gandolfa, su mejor amiga de la facultad y quedar para otra fiehsta en el Porta di Ferro se quedó enfrente de la barra donde robó u azucarillo, ya que no tenía dinero para comprarse nada. Al ver esto, Oscario Luis Alfredo la llamó a su lado y le dijo:


-Tengo un apropuesta que hacerte. Si quieres te la cuento mientras te invito a un café.


Ella contestó- Los italianos son todos locos, en Esvasilandia todos más normales- y se puso a cantar- café con leche y unos churros por favor.


Mientras tanto Elisa Antonia se había puesto a hablar en voz baja con la Dra. di Forbole de todo lo que había pasado el día anterior, salvo lo del colgante y Rodlfo Maher estaba camino de la urgencia del Hospitale Belicci cercano a la facultad tras golpearse la cabeza por andar mirando el culo de la bella Elisa Antonia.



CONTINUARÁ...

martes, 13 de enero de 2009

Capítulo 16, primera temporada: Un dedal para dominarlos a todos

Manolettina Frigore Stacatto había pertenecido hacía mucho tiempo al famoso "grupo B" de la facultad de veterinaria de Tulancia. Había llegado a hacer todo tipo de perrerías a los animales, se había convertido en la lider de todos ellos: era maquiavélica.

Sin embargo, las drásticas terapias cognitivo-conductuales a las que fue sometida consiguieron convertirla en una persona decente, borrar las perversiones de su cerebro, y lograr que abandonara sus prácticas de destrucción.

Antes de marcharse, y a petición de sus antiguos compañeros de fechorías, dejó como nuevo lider a Javiero Daniello. Cuando Oscario Luis Alfredo, irritado por tal decisión, ya que de siempre había ansiado ser el jefe del grupo, preguntó que cual sería su cometido, Manolettina se limitó a responder:

-¿Tú? Tu te ocuparás de los bichitos.

¿Bichitos? A él lo que le gustaban eran los grandes mamíferos, los artrópodos eran caca-futy.

Manolettina, con el fin de acabar su terapia y huir de malas influencias, huyó a paradero desconocido, en plan programa de protección de testigos, e incluso cambió su nombre y apellidos, pasándose a llamarse Angelina Jennifer del Buen Perdón para pasar desapercibida. Se instaló en Londres y durante años fue feliz.

Sin embargo, ese día, cuando el timbre sonó y al abrir la puerta se encontró cara a cara con el detective Johnny Guillemmo, sabía que sus días de tranquilidad y calma habían acabado para siempre.

El detective Villarino no paró de hacerle preguntas de todos los componentes del grupo B, preguntas supercomplicadas sobre sus hábitos y costumbres, sobre su vida anterior. A Manolettinna le costaba evocar todos esos recuerdos que había guardado en lo más profundo de su alma durante tantos años y que ahora salían como un caballo desbocado, como uno de esos caballos que ella misma en su día hibridó con un orangutan.

-Está bien- dijo de pronto exhausta Manolettina- no pienso tirar tantos años de terapia por la borda. Le diré lo que quiere saber, detective. Semanas antes de que yo concluyera mi terapia de rehabilitación, llegó a la facultad una feliz muchacha que no paraba de canturrear y bailar. Sí, lo ha adivinado, esa muchacha no era otra que Tracy. Nos volvía locos a todos, que si buenos días Tulancia por aquí, que si buenas noches Tulancia por allá. Sin embargo, algo me resultó extraño. En condiciones normales esa situación habría sacado de quicio a Oscario Luis Alfredo, pero misteriosamente parecía bastante contenido. Yo no entendía porque, así que realicé mis pesquisas y un día, aprovechando el revoltijo montado por un grupo de teatro de la facultad, me colé en los archivos. Fue en ese momento cuando descubrí que Oscario Luis Alfredo se encontraba, al igual que yo, en un programa de protección de datos, y que su nombre en realidad era Pascasio Turnblado. Sí, detective: Tracy y Oscario eran primos.

Con estas declaraciones, el detective Villarino se dió por satisfecho y se marchó. Manolettina, removida por todos los recuerdos, acudió al cajón secreto de su escritorio, y sacó una pequeña cajita que contenía un dedal de plata, el dedal que le había regalado antes de marcharse su verdadero amor, un dedal que nunca usó.

En ese momento, y entre lágrimas, se puso el dedal en su dedo índice, pero al introducirlo notó un pinchazo. Cuando se llevó el dedo a la boca para limpiar la sangre, percibió ese familiar sabor a salmuera y supo que todo había terminado.

jueves, 8 de enero de 2009

2ª Temporada Capitulo 9: La hebilla maldita

Cuando se despertó, no recordaba nada de la noche anterior, demasiadas cervezas, dijo al ver los cascos vacíos de Peroni sobre su mesilla.

- Qué coño- pensó Elisa Antonia- si yo ayer no salí de farra. Entonces se dió la vuelta y descubrió que esa no era su habitación, y que por supuesto, esa camiseta de Iron Maiden que cubría escasamente su cuerpo dejandole un tipo de lo más lamentable, ni era suya ni pegaba para nada con sus braguitas magenta. Estaba a punto de coger su ropa que se extendía por el suelo de forma un tanto sospechosa, cuando escuchó el ruido de la ducha. Abrió la puerta del cuarto de baño y advirtió sobre un taburete casero, los pantalones vaqueros con la hebilla de los Ángeles del Infierno y le vino a la cabeza lo que había sucedido la noche anterior, su pulso empezó a acelererarse y cuando estaba a punto de echar a correr, una mano le tocó la espalda y una voz le envolvió diciendo:

-Ma commo, ¿que haces levantada ahora? Debes descansar de tu litopimia- Maddalenna Eufrasia, como bien se puede observar, todavía no controlaba bien el italiano, pero hacía muchos esfuerzos por su amiga Elisa Antonia.

Ésta, tras proferir un grito que se escuchó en su adorada Gaernitia, volvió a quedarse muerta con lo que Maddalena Eufrasia y el misterioso desconocido tuvieron que volver a subirla en la cama, no sin dificultad, ya que el desconocido, que no era otro que Rodolfo Maher, estaba vestido tan sólo con una pequeña toalla que dejaba entrever el tatuaje de su zona púbica, lo que evidentemente distraía a Maddalena Eufrasia.

En ese momento entró sin llamar Zhenia Julieta di la Putanesca, una bella muchacha de familia noble, que al ver a Elisa Antonia en la cama proyectó:

-¿Qué es esto? Veneno,lo has bebido todo sin dejar una gota que me ayude a seguirte. He de besar tus labios, quizá quede algo de veneno en ellos.-la besa en los labios- Tus labios...aún están calientes.

Elisa Antonia se levanta sobresaltada, pero antes de que pregunte nada, Zhenia Julieta le dice:

-Lo siento, siempre que veo a alguien desmayado, tengo un Resorte que me obliga a hacer esto.

Se dió la vuelta, le hizo un chequeo visual completo a Rodolfo Maher que lo flipó en colores y se fue como había venido.

Cuando las 3 personas que permanecían en la habitación consiguieron cerrar la boca, volvió a aparecer Zhenia Julieta por la puerta y dijo:

Por cierto, si tú eres Rodolfo Maher -mirándole al paquete- Futilia Ester, la Dra. di Forbole, te espera en su despacho.

Y antes de que se diera cuenta Rodolfo Maher se vistió y salió de la habitación seguido de Maddalena Eufrasia, con lo que Elisa Antonia, que no sabía nada de lo que había pasado y seguía con dolor de cabeza decidió desmayarse de nuevo.

miércoles, 7 de enero de 2009

Piloto

Elena Augusta de la Planicie estaba sola en su casa a las afueras de la ciudad de Tulancia. Estaba preparando algo de comer cuandode repente sonó el teléfono.

-¿Quién es?- preguntó.
-Lo siento, creo que me he confundido- contestó una voz misteiosa.
-No pasa nada- dijo Elena Augusta y volvió a colgar.

Al momento el teléfono volvió a sonar de nuevo.

-¿Quién es ahora?
-Soy el mismo de antes.
-¿Y para que vuelve a llamar?
-Para disculparme
-
Deja las drogas.
-Bueno, no hay nada de malo en hablar.
-OK
-¿Qué estás haciendo?
-Me disponía a ver un DVD
-Yo siempre como algo cuando veo DVDs.
-Si, estoy preparando una ensalada.
-¿Una ensalada? ¿A media tarde?
-¿Si, pasa algo?
-No, nada. ¿Qué deuvedé vas a ver?
-Es una representación de
NDC.
-¿Cuál es tu representación de NDC favorita?
-No se, quizá Hook
-¿Es aquella en la que la gente opera por dinero?
-Si, la misma.
-¿Es la que te dispones a ver?
-No, voy a ver Rent, el DVD de Hook se encuentra en un eterno proceso de montaje, similar o igual al de La Calavera de Cristal. Bueno, voy a colgar que se me está pasando la ensalada.
-¡¡¡¡No me cuelgues, no me cuelgues!!!
-Lo que tú digas- y cuelga.

Elena Augusta continua haciendo su ensaladita de media tarde, cuando el telefono vuelve a sonar, y lo coge llena de ira:

-¡¡Oye capullo, estoy indignada por dos cosas!!!
-¡¡¡¡Basta, calla de una vez, te estoy observando!!!!
-¡Bueno, pues que sepas que de un momento a otro va a llegar mi hermano y te drá una paliza!
-¿Ah si? ¿No se llamara... Jackipietto Juludrinni?
-¿Cómo lo sabes?
-Lo se, y punto pelota.
-¡Eres un hombre muy malo!
____________

A la mañana siguiente, sus familiares encontrron la casa vacía. Buscaron por todos los rincones, mientra sonaban unas macabras notas de contrabajo y trombón. Pero no encontraron nada. Elena Augusta y Jackipietto Juludrini habín desaparecido.

lunes, 5 de enero de 2009

Capítulo 6, Primera Temporada: El Colgante Maldito


Elisa Antonia no había pasado más miedo en su vida. Se encontraba perdida por los pasillos del abandonado Hospital Porta di Ferro. No sabía en que momento había dejado de oir las voces de sus amigos que seguían de fiesta por los quirófanos del lugar. ¿En que momento decidió ir al baño sola? ¡Con todas las historias y leyendas que corrían en torno a ese lugar! La desaparición de Tracy, una de sus compañeras de la facultad, de siempre se había vinculado con ese sitio. Elisa Antonia no paraba de repetirse las palabras tranquilizadoras que le había dicho su profesora y amiga Futilia Ester antes de acudir a a la fiesta:

-¡Que todo lo que ocure en el Hospital Porta di Ferro es para diversión de los que allí ingresan!

Sin embargo no podía dejar de tener miedo, y cada mínimo ruido que oía le parecía que eran pasos. Hasta que de pronto se dió cuenta de que alguien la seguía, y comenzó a correr en todas direcciones. Cada vez estaba más perdida. Los pasillos parecían un laberinto de pasiones que no se dirigía a ningún lugar, hasta que de pronto pisó unas tablas podridas del suelo y cayó a un sotano. Su caida fue amortiguada por miles de colchones y camas rotas polvorientas.

En ese momento su colgante en forma de medio corazón, único legado de su madre, cayó cerca de una rendija en el suelo. Con el golpe debió activarse una especie de mecnismo secreto, y cual si de La Guerra de las Galaxias se tratara, un holograma de su madre
Carmen Dorotea apareció ante sus propios ojos.

-Hola, Elisa Antonia- le dijo.

__________

Maddalena Eufrasia estaba como loca buscando a su amiga por todo el hospital. A pesar de su temor de encontrarse a chinos por el camino, sus peores enemigos, que de pequeña la raptaron y esclavizaron para tocar canciones de Richard Clayderman con una flauta travesera en su
restaurante, salió en busca de Elisa Antonia.

Finalmente, encima de una montaña de colchones, la encontró tendida sin sentido, traspuesta. Cuando logró que despertara, la miró con horror.

-¡Maddalena Eufrasia, Maddalena Eufrasia, que mal lo he pasado!

Antes de marcharse Elisa Antonia se detuvo a recoger el colgante, pero había desaparecido. Atemorizada total, agarró a Maddalena Eufrasia por la mano y ambas huyeron despavoridas.

CONTINUARÁ

jueves, 1 de enero de 2009

2ª temporada capítulo 8: Porta di Ferro de nuevo.

Ya habían pasado 3 meses desde el fatídico día de la fiesta en el antiguo Porta di Fierro y Elisa Antonia no podía olvidar el miedo atroz que se le había metido hasta lo más hondo de su alma al ver el cuerpo de la pobre Tracy sobre un charco de sangre. Desde entonces, Rodolfo Maher y Maddalena Eufrasia no habían cejado en su empeño de descubrir quienes eran los causantes de todo ese jaleo. Hasta ahora, el miedo había impedido que ella tomara parte de sus pesquisas, pero había una cosa más importante que todo eso que le hacía necesario volver al hospital abandonado antes de su demolición. Durante la huida había dejado caer el colgante con la foto de su difunta madre Carmen Dorotea, donde se encontraba las coordenadas donde esta se encontraba realmente fugada de la justicia. Porque Elisa Antonia era la única persona que sabía lo que realmente había sucedido en Gaernitia el año anterior al leer el microfilm que le envió su madre dentro del colgante. Hoy, volvería sola al hospital con la excusa de encontrar nuevas pruebas, pero con la oculta esperanza de recuperar el colgante.

Al llegar al hospital, descubrió para su asombro que las primeras labores de limpieza habían comenzado tras el paso de la policía por el lugar. De repente un ruido la saco de su ensimismamiento; por la ventana más cercana pudo ver como un palo de gotero caía estrepitosamente, se puso en guardia escondiéndose detrás de su bicicleta y entonces vio como surgía de la ventana un gato atigrado con un collar en el cuello que se acercó para lamerle las manos. En el momento en el que miraba la placa del collar (en la que ponía "Beni"), una presencia le hizo darse la vuelta para descubrir unos pantalones vaqueros con una hebilla de los "Ángeles del Infierno", tras lo que se quedó muerta*.

CONTINUARÁ...

*Realmente no estaba muerta, sino desmayada, pero la expresión es mucho más bonita.